SALUD

Sospechas a descartar para un intestino saludable

Consejos que trascienden la alimentación

¿Sospechas de candidiasis?

Si experimentas antojos intensos de azúcar, trastornos digestivos persistentes o frecuentes infecciones fúngicas, es posible que estés lidiando con la candidiasis. Aunque la cándida es parte natural de nuestra microbiota intestinal, cuando se produce un desequilibrio, puede tomar el control y generar una serie de problemas. Si deseas confirmar su presencia, puedes someterte a una sencilla prueba de saliva para detectar la candidiasis.

Querida amiga, te voy a explicar un sencillo truquito casero que puedes hacer para detectar si tienes un exceso de levaduras en tu organismo.

Apenas te levantes en la mañana, antes de enjuagarte la boca, llena un vasito con agua y escupe dentro. Deja reposar la saliva unos 30 minutos.

Un resultado normal mostrará que tu saliva flota en la superficie del agua. Pero si el vaso se ve turbio y tu saliva se hunde formando como una nube en el fondo, es posible que estés viendo colonias de levaduritas.

Además, si la saliva en la parte de arriba tiene pequeños hilitos colgando como medusitas, o ves hongos de levadura flotando en el medio del vaso, esa es señal de que tienes demasiadas levaduras en tu sistema.

Lo importante es no automedicarse, sino acudir a un profesional para determinar la causa raíz y el tratamiento natural adecuado para cada caso. Con los consejos correctos y cambios en la dieta y el estilo de vida, es posible reducir el exceso de levaduras y recuperar el equilibrio. ¡No dudes en consultar si sospechas que algo no anda bien en tu salud! Cuidarse es un acto de amor propio.

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Cuando la candidiasis está en exceso, considera ajustar tu alimentación para desalentar su crecimiento. Evitar alimentos que fomentan el desarrollo de hongos, como el queso, los champiñones y el vinagre, podría marcar la diferencia. En cambio, puedes incluir más ajo crudo en tus comidas, ya que se ha demostrado que posee propiedades antifúngicas naturales. Adicionalmente, la incorporación de cepas probióticas específicas para abordar el exceso de cándida podría ser beneficioso para restaurar el equilibrio en tu microbiota intestinal…

Alimentos que pueden ser problemáticos según tu condición

#Candidiasis e intolerancia a la histamina

Mis apreciadas amigas, si tienen inconvenientes con la candidiasis, muchos expertos en salud intestinal recomiendan dietas bajas en carbohidratos y quizás evitar alimentos fermentados y vinagre. Esto también aplica para personas con problemas para metabolizar la histamina. Dolores de cabeza, mareos, náuseas, estornudos, congestión y fatiga son algunos signos de intolerancia a la histamina.

Esta es una prueba rápida que puedes hacer en casa, pero si te preocupa el resultado, siempre es mejor visitar a tu médico integrativo, quien podrá hacerte análisis más precisos para confirmar o descartar un crecimiento excesivo de levaduras.

#Alimentos ricos en histamina

  • Todo fermentado: Alcohol, chucrut, vinagre, yogur, kombucha, etc.
  • Carnes curadas o ahumadas
  • Tomates, aguacate, berenjena y espinaca
  • Frutas secas
  • Leche de vaca
  • Frutos secos

#Dermatitis atópica y alergias cutáneas

No puedo contar cuántos doctores me han dicho que problemas de piel como eccema probablemente no están relacionados con la alimentación. Cómo eliminar un solo alimento puede hacer una GRAN diferencia en el eccema.

Alimentos que suelen causar reacciones cutáneas

  • Lácteos
  • Trigo y gluten
  • Soja
  • Huevos
  • Cacahuates
  • Pescados y mariscos
  • Fresas y moras
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Prestar atención a qué alimentos preceden la aparición de erupciones o picazón en la piel es clave para identificar los desencadenantes.

#Sensibilidad al azúcar y candidiasis

El azúcar alimenta el crecimiento de levaduras como Candida albicans en el intestino. Por ello, las personas sensibles deben moderar mucho su consumo de azúcar y carbohidratos refinados que se transforman en azúcar.

  • Azúcar blanco y de mesa
  • Dulces, galletas, pasteles
  • Miel, jarabe de maple, melaza
  • Jugos, gaseosas y bebidas azucaradas
  • Frutas dulces como uvas, mangos, plátanos

Los edulcorantes artificiales también deben evitarse, ya que alteran la flora intestinal beneficiosa. Lo ideal es endulzar con estevia, eritritol u otros edulcorantes naturales bien tolerados.

#Trastornos autoinmunes y alergias múltiples

Muchas condiciones como artritis reumatoide, tiroiditis de Hashimoto, psoriasis, alergias múltiples, etc. están mediadas por una respuesta inmune alterada.

Se ha visto que evitar gluten, lácteos, huevo y soja ayuda a calmar la inflamación y los anticuerpos que atacan las células propias en estas enfermedades.

#Síndrome de fatiga crónica y sensibilidad química múltiple

En el síndrome de fatiga crónica y la sensibilidad química múltiple, el organismo se vuelve hipersensible incluso a sustancias que normalmente no causan reacción. Se deben evitar:

  • Sulfitos en vino, embutidos y otros alimentos procesados
  • Salicilatos en frutas, verduras, tés, especias, conservantes
  • Aminas como la histamina en chucrut, quesos y carnes curadas
  • Glutamato monosódico en caldos y condimentos
  • Café, tabaco y alcohol
  • Fragancias y productos perfumados
  • Ambientadores y suavizantes de ropa

Leer etiquetas y elegir productos orgánicos e hipoalergénicos es primordial.

En resumen

Como ves, existen múltiples grupos de alimentos que, según la condición de cada persona, podrían causar reacciones adversas e inflamación. Lo importante es estar atentas a cómo nos sentimos tras comer ciertos alimentos e identificar nuestros desencadenantes particulares.

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Luego, con la guía adecuada, se pueden hacer rotaciones, reintroducciones cuidadosas y reemplazos para sanar el organismo poco a poco. La dieta antiinflamatoria ideal es personalizada, flexible y progresiva. ¡Juntas podemos aprender a nutrir nuestro cuerpo de la mejor manera!

Más allá de la comida

Sustancias tóxicas que dañan el intestino

En la salud intestinal no solo importa la alimentación. Las toxinas se esconden en productos de limpieza doméstica y de cuidado personal, y pueden causar estragos en la tripa. Los disruptores endocrinos de plásticos y ciertos químicos alteran nuestra flora intestinal y su funcionamiento. ¡Los científicos ahora incluso señalan que la luz nocturna es un fuerte disruptor endocrino!

Cosas no comestibles a evitar:

  • Envases plásticos: mejor evitar alimentos procesados envueltos en plástico.
  • Productos de limpieza convencionales
  • Productos de cuidado personal tóxicos, como dentífrico, jabón, desodorante, etc.
  • Medicamentos y antibióticos que impactan mucho la salud intestinal.
  • Evitar luz azul nocturna de pantallas.

Disruptores endocrinos

Los disruptores endocrinos son sustancias químicas que alteran nuestro equilibrio hormonal. Se encuentran en:

  • Plásticos
  • Pesticidas
  • Ftalatos en productos de higiene y cosmética
  • Parabenos y triclosán en jabones y desodorantes
  • Bisfenol A en envases de comida y bebida
  • Retardantes de llama en muebles y colchones

Estas toxinas dañan el revestimiento intestinal, la producción de enzimas digestivas y la flora benéfica.

Cosmética y cuidado personal natural

Usar productos naturales y certificados como:

  • Aceites esenciales
  • Jabones y champús sin químicos tóxicos
  • Desodorantes cristal o naturales
  • Crema dental de origen vegetal
  • Productos de limpieza ecológicos

Leer etiquetas y optar por versiones no tóxicas es clave para reducir la carga química.

Minimizar fármacos y antibióticos

Limitar el consumo de medicamentos a lo estrictamente necesario, y preferir opciones naturales cuando sea posible.

Los antibióticos deben tomarse solo bajo prescripción médica, no en exceso ni de forma recurrente porque alteran nuestra flora intestinal beneficiosa.

Si tomamos precauciones en nuestro día a día, podemos reducir mucho la exposición a sustancias dañinas para nuestro sensible intestino. ¡Cuidémonos, amigas!