Explorando y descifrando las conexiones fisiológicas en la anatomía del cuerpo y su impacto con las emociones:
El cuerpo habla: aprendamos a escucharlo
Querida amiga.
¿Alguna vez te has detenido a pensar profundamente en los misterios y maravillas que esconde nuestro cuerpo? Más allá de la apariencia exterior, nuestra anatomía encierra complejos sistemas que rara vez exploramos y comprendemos en toda su magnitud y por este motivo he decidido personalmente que para introducirte al verdadero bienestar la principal idea que tienes que tener claro es que la relación es desde adentro hacia fuera, para comprender un estado de ánimo o un sentimiento, tengo que mirar “dentro de mi cuerpo”, las personas muchas veces creemos que todo es mental, pero te diré algo que te resultara muy familiar y es que cuando tienes un sentimiento que responde ante cualquier acontecimiento de la vida o situación, que con el tiempo persiste, eso se convierte en un temperamento más de tu propio carácter y al final nuestra mente va en contra de “tal temperamento” con el que no nos sentimos a gusto, pero como el cuerpo se ha habituado y actúa de una manera a pesar de que te gustaría actuar de otra al final hay un choque que crea un conflicto a nivel fisiológico que desencadena una gran rueda de tambaleo.
El intestino, nuestro “segundo cerebro”
En esta introducción quiero incitarte a iniciar un apasionante viaje para descubrir nuestro fascinante universo interior. Porque la verdadera belleza, vitalidad y bienestar nacen de adentro hacia afuera, cuando somos capaces de escuchar las señales de nuestro organismo.
Uno de los sistemas más extraordinarios que tenemos es el aparato digestivo. Lo llamamos “segundo cerebro” porque posee hasta 500 millones de neuronas que lo conectan directamente con el estado anímico y emocional. ¿Cómo? A través del plexo solar, una compleja red neuronal altamente sensible localizada en la boca del estómago.
De ahí que cuando estamos nerviosos o angustiados, se forma el famoso “nudo en el estómago”. Nuestro segundo cerebro recibe y procesa las emociones para luego manifestarlas en sensaciones físicas. Comprender esto nos permite entender por qué el estrés y ciertos estados emocionales negativos afectan tanto nuestra salud digestiva.
Alimentar bien nuestro sistema digestivo, equilibra cuerpo y mente
El sistema digestivo también se relaciona íntimamente con la energía, vitalidad y equilibrio mental. Cuando lo alimentamos de manera adecuada y balanceada, podemos regular mejor nuestros impulsos, estabilizar el estado anímico y tomar mejores decisiones. Se genera una especie de armonía entre cuerpo y mente que se refleja en todos los aspectos de la vida.
Por el contrario, cuando nos descuidamos, abusamos de sustancias nocivas o comemos compulsivamente por angustia emocional, su funcionamiento se ve alterado. Esto se manifiesta en síntomas como acidez, gases, estreñimiento, diarrea, cansancio, ansiedad, cambios de humor y dificultad para concentrarnos. Nuestro bienestar integral se ve afectado.
Escuchar al sistema digestivo nos conecta con la sabiduría interior
Aprender a escuchar y comprender las señales de nuestro sistema digestivo es como conectarnos con un gran centro de sabiduría interior. Una fuente de equilibrio y renovación a la que podemos acudir cuando lo necesitemos a través de hábitos saludables.
El autocuidado nos permite florecer en cuerpo, mente y espíritu
Queridas amigas, cuidar nuestra salud de manera integral, incluyendo un cuerpo nutrido y una mente en paz, debería ser nuestra principal prioridad en la vida. Cuando logramos este estado de equilibrio, irradiamos belleza, seguridad y plenitud. Se refleja en nuestro semblante, en la vitalidad con la que nos movemos y en la calidez que trasmitimos a otros.
¡Te invito a explorar conmigo a lo largo de este blog el apasionante universo de nuestra anatomía y sus sistemas! Iniciamos juntas este viaje de autoreconocimiento y autocuidado para florecer en cuerpo, mente y espíritu.