¡Queridas amigas! ¡Hoy abro apartado sobre el gluten para que entendáis desde lo más complejo y profundo como funciona el mundo de las intolerancias al gluten y por qué pasa!
El gluten se ha convertido en uno de los temas más controvertidos en el mundo de la nutrición y la salud en los últimos años. Pero, ¿qué es exactamente el gluten? Y ¿por qué parece causar problemas para muchas personas? En este artículo explicaré de manera sencilla qué es el gluten, cómo se desarrolla la intolerancia al gluten, cuáles son las causas y síntomas, y qué se puede hacer al respecto.
¿Qué es el gluten?
El gluten es una proteína presente en algunos cereales como el trigo, la cebada, el centeno y la avena. Se encuentra en la semilla de estos cereales y es lo que les da elasticidad y esponjosidad a productos horneados como el pan.
El gluten le da estructura a productos horneados como el pan*
Cuando amasamos harina con agua para hacer pan u otros productos, el gluten es lo que permite que la masa sea elástica y que el producto horneado tenga una textura esponjosa. Sin el gluten, sería imposible hacer panes leudados.
Así que el gluten en sí mismo no es “malo”, de hecho es esencial para preparar alimentos básicos como el pan. El problema surge cuando algunas personas presentan intolerancia o sensibilidad al gluten.
Intolerancia vs sensibilidad al gluten
Existen dos condiciones principales relacionadas al gluten:
- Intolerancia al gluten o celiaquía: es una enfermedad autoimmune donde el sistema inmune ataca el intestino delgado cuando la persona consume gluten. Ocurre en individuos genéticamente predispuestos.
- Sensibilidad al gluten no celíaca: es una condición donde el gluten produce síntomas abdominales y extra-intestinales, pero no se presenta el daño intestinal característico de la celiaquía.
La intolerancia al gluten o celiaquía es la forma más severa de reacción al gluten, mientras que la sensibilidad es una condición menos bien entendida y estudiada. Veamos más sobre cada una.
Celiaquía: La intolerancia al gluten
La celiaquía es una enfermedad autoinmune sistémica provocada por el gluten en individuos genéticamente susceptibles. Se estima que afecta aproximadamente al 1% de la población en España.
Algunos de los principales factores de riesgo son:
- Tener familiares de primer grado con celiaquía
- Portar los genes HLA-DQ2 y/o HLA-DQ8
- Tener otras enfermedades autoinmunes como diabetes tipo 1, tiroiditis de Hashimoto o enfermedad de Addison
Cuando una persona con predisposición genética consume gluten, el sistema inmune identifica erróneamente las proteínas del gluten como una amenaza y monta una respuesta inflamatoria contra el intestino delgado. Esto provoca un daño en las vellosidades intestinales, que son protrusiones microscópicas que incrementan la superficie de absorción de nutrientes.
El daño en las vellosidades produce malabsorción de nutrientes
Con el tiempo, esto puede provocar deficiencias nutricionales y problemas de crecimiento en los niños. Los síntomas típicos en los niños son distensión abdominal, diarrea crónica, pérdida de peso y retraso en el crecimiento.
En los adultos, la sintomatología es más variable y puede incluir:
- Fatiga crónica
- Anemia ferropénica
- Infertilidad y abortos recurrentes
- Osteoporosis
- Depresión y ansiedad
- Dermatitis herpetiforme (erupción con picor y ampollas)
- Dolor abdominal, diarrea o estreñimiento
Así que los síntomas en adultos pueden ser principalmente digestivos, pero también presentarse de forma extraintestinal.
El único tratamiento para la celiaquía es una dieta absolutamente libre de gluten de por vida. Esto implica eliminar alimentos con trigo, cebada, centeno y avena de la dieta. Al dejar de consumir gluten, el intestino puede sanar y regenerarse, resolviendo la malabsorción y los síntomas.
La celiaquía se confirma mediante una combinación de pruebas:
- Serología: detección de auto-anticuerpos antitransglutaminasa, antiendomisio y antigliadina
- Biopsia intestinal: toma de muestra del intestino delgado durante endoscopia
- Estudio genético: detección de los genes HLA DQ2/DQ8
Un diagnóstico temprano y el tratamiento con la dieta sin gluten son importantes para prevenir complicaciones a largo plazo como malnutrición, osteoporosis, infertilidad, cáncer intestinal y linfomas.
Sensibilidad al gluten no celíaca
La sensibilidad al gluten no celíaca es una condición menos entendida que provoca una reacción sintomática al gluten en ausencia de la enfermedad celíaca. Se estima que ocurre en el 6% de la población aproximadamente.
No presenta el daño intestinal de la celiaquía
Algunos de los síntomas típicos son:
- Dolor y distensión abdominal
- Diarrea, estreñimiento o ambos
- Fatiga crónica
- Dolor de cabeza
- Erupciones cutáneas
- Entumecimiento u hormigueo en manos y pies
Puede involucrar síntomas digestivos y extraintestinales, que tienden a resolver cuando se elimina el gluten de la dieta.
A diferencia de la celiaquía, en la sensibilidad al gluten no se presentan los anticuerpos ni el daño intestinal característicos. Los mecanismos exactos se desconocen, pero podría deberse a una reacción inmune anormal localizada en el intestino.
Algunos estudios también sugieren que el gluten puede causar problemas en individuos susceptibles debido a que contiene altos niveles de lectinas, que son proteínas que pueden sobrevivir la digestión y afectar la permeabilidad intestinal.
También se han propuesto causas como la presencia de carbohidratos fermentables (FODMAPs) en los productos con gluten, o reacciones al gluten mediadas por células inmunes diferentes a las de la celiaquía (e.g. linfocitos Th17).
Pero se necesita mucha más investigación para comprender los mecanismos subyacentes en esta condición.
¿Cómo se diagnostica la intolerancia al gluten?
El diagnóstico de la celiaquía debe realizarse con una combinación de pruebas serológicas, genéticas y biopsia intestinal. Las pruebas serológicas buscan detectar la presencia de anticuerpos característicos:
- Antitransglutaminasa (tTG): el más sensible y específico para celiaquía. Niveles por encima de 10 U/mL suelen indicar celiaquía.
- Antiendomisio (EMA): muy específico para celiaquía, con sensibilidad de alrededor del 90%.
- Antigliadina desamidada (DGP): puede usarse como alternativa a EMA o junto con tTG.
Estas pruebas serológicas deben acompañarse de una biopsia intestinal para confirmar el daño característico y de un estudio genético para detectar los genes HLA DQ2/DQ8.
En la sensibilidad al gluten no celíaca, estos marcadores serológicos y genéticos son negativos. El diagnóstico se basa en una correlación cuidadosa entre los síntomas y la ingesta de gluten, seguida de una mejoría al eliminarlo.
No existe una prueba específica para diagnosticar la sensibilidad al gluten, por lo que se debe tener cuidado para descartar otras posibles causas de los síntomas.
Tratamiento de la intolerancia al gluten
La única y efectiva terapia para la celiaquía es una dieta estricta sin gluten que debe mantenerse de por vida. Esto implica eliminar alimentos que contengan trigo, centeno, cebada y avena.
Es importante leer etiquetas, ya que muchos productos procesados contienen gluten como espesante, estabilizante o aroma. El arroz, el maíz, la quinoa, el amaranto y el teff son buenas alternativas libres de gluten.
En la sensibilidad al gluten no celíaca también se recomienda eliminar el gluten, pero no necesita ser de por vida en todos los casos. Algunas personas se benefician de una dieta baja en gluten o gluten light.
Los productos etiquetados «sin gluten» deben contener menos de 20 partes por millón de gluten. Los «bajos en gluten» deben tener menos de 100 ppm.
También se aconseja:
- Evitar contaminación cruzada: usar utensilios, superficies y aceites separados al preparar comidas sin gluten.
- Suplementar con calcio, hierro y vitaminas: para compensar posibles deficiencias.
- Consultar a un nutricionista: para recibir asesoría sobre una dieta balanceada libre de gluten.
Con el seguimiento adecuado, la mayoría de las personas con intolerancia al gluten experimentan una resolución completa de los síntomas y una excelente calidad de vida.
Resumen de los puntos clave:
- El gluten es una proteína presente en el trigo, cebada, centeno y avena, que da elasticidad a productos horneados pero causa problemas en algunas personas.
- La celiaquía es la forma más severa de intolerancia al gluten mediada por el sistema inmune, con predisposición genética. Causa daño intestinal.
- La sensibilidad al gluten no celíaca causa síntomas digestivos y extra-intestinales sin daño intestinal. Sus causas exactas se desconocen.
- El único tratamiento efectivo es una dieta completamente libre de gluten en la celiaquía, y habitualmente en la sensibilidad también.
- Es importante leer etiquetas, evitar contaminación cruzada, y consultar a un nutricionista para una dieta adecuada sin gluten.
- Detectada y tratada correctamente, la intolerancia al gluten no debe impedir gozar de una excelente calidad de vida.
Espero que esta explicación amplia sobre el gluten y la intolerancia al gluten te haya sido útil. Recuerda que lo más importante es consultar a un profesional de la salud si sospechas que tienes algún problema con el gluten, para obtener el diagnóstico y tratamiento adecuado. ¡Salud!