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Hábitos saludables para sanar el intestino:
1. Ejercicio moderado
El ejercicio regular es importante, pero también es útil para sanar un intestino permeable. Prueba con opciones de baja intensidad como caminatas, yoga o entrenamientos interválicos no más de 20 minutos.
2. Relajación y manejo del estrés
Según la Escuela de Medicina de Harvard, “el estrés puede desencadenar y empeorar el dolor gastrointestinal y otros síntomas, y viceversa”. Técnicas de relajación, oración, respiración profunda y meditación pueden ayudar a calmar la mente acelerada y aliviar el estrés.
Una técnica útil es la “respiración relajante”:
- Inhala contando hasta 5.
- Retén el aire contando hasta 5.
- Exhala contando hasta 5.
- Repite varias veces, enfocándote en la respiración.
Esto activa el sistema nervioso parasimpático, que produce calma y relajación.
3. Sueño reparador
Sin suficiente sueño, nuestro cuerpo no puede hacer las reparaciones necesarias para estar saludable, pero también impacta directamente la salud intestinal. Nuestros ritmos circadianos y microbioma intestinal están conectados, y cuando ese ritmo natural se altera, nuestra salud digestiva se resiente.
También funciona al revés. Cuando la tripa está descompensada, puede dificultar lograr un sueño reparador.
Dormir entre 7 a 9 horas diarias es clave.
4. Optimizar eliminación de toxinas
Cuando el hígado y el sistema digestivo están sobrecargados de toxinas, la curación se dificulta. Aquí algunas formas simples de apoyar tus vías de desintoxicación y activar un plan de sanación intestinal:
- Jugos de verduras verdes para aportar clorofila depurativa.
- Incrementar la ingesta de agua para favorecer la eliminación.
- Ayunos o limpiezas alimentarias para descargar el sistema.
- Sauna para sudar toxinas por la piel.
- Cepillado en seco para activar circulación y limpieza linfática.
- Baños con sales de Epson para eliminar toxinas.
- Enjuagues bucales con aceite esencial para limpiar bacterias.
- Resolver asuntos emocionales pendientes también es importante.
¡Cuidar nuestra salud de forma integral es la clave! Con paciencia y perseverancia, un intestino sano está a nuestro alcance. ¡Ánimo en este proceso de sanación, amigas!
Otras recomendaciones útiles
A continuación algunos otros consejos para mejorar la salud intestinal:
- Consumir más alimentos ricos en fibra soluble, como avena, legumbres, arándanos y psyllium. Ayuda a regenerar la mucosa intestinal.
- Reducir el consumo de alimentos procesados y comida chatarra. Priorizar comida real, fresca y nutritiva.
- Preferir carnes de animales de pastoreo en lugar de carne industrial. Contienen más omega-3 antiinflamatorio.
- Limitar el consumo de azúcares refinados y carbohidratos simples. Alimentan el sobre crecimiento de levaduras y bacterias.
- Tomar suplementos de zinc, vitamina A y glutamina. Vitales para la integridad de la mucosa.
- Realizar actividad física regular como caminata, yoga o ejercicios suaves. Estimula el tránsito intestinal.
- Dormir en un ambiente oscuro, sin contaminación lumínica. La melatonina ayuda a reparar el intestino.
- Aumentar consumo de alimentos fermentados naturales como chucrut, kimchi, kéfir y kombucha.
- Beber antes y después de las comidas para diluir los jugos gástricos y evitar irritación por exceso de bilis o ácido.
- Masticar bien los alimentos, comer despacio y favorecer la correcta digestión.
En conclusión
Sanar el intestino requiere cambios graduales sostenidos en la dieta, los hábitos y el estilo de vida. No es de la noche a la mañana, pero con pequeños pasos consistentes en la dirección correcta llegaremos a la meta. Lo importante es no rendirse y continuar aprendiendo sobre cómo optimizar nuestra salud. ¡Mucho ánimo en este proceso, amigas!