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SALUD

Alimentos alerta roja: Qué evitar si tienes una tripa delicada

#Evita estos alimentos inflamatorios

Mis queridas amigas, hoy vamos a conversar sobre varios alimentos que pueden causar molestias e inflamación en caso de tener la barriguita sensible.

Aunque cada organismo puede responder de modo distinto, estos son algunos culpables frecuentes:

  • Gluten – Presente en trigo, avena (a menudo contaminada con gluten), centeno, cebada y otros.
  • Todos los cereales – Incluyendo el maíz. Algunos protocolos para curar la permeabilidad intestinal también eliminan pseudocereales como amaranto, alforfón y quinoa.
  • Lácteos – Leche, quesos blandos y otros productos lácteos no fermentados. Algunas dietas permiten la mantequilla, otras no. Hay planes que recomiendan lácteos fermentados como yogur, mientras que otros dicen evitarlos. Esto depende de la sensibilidad individual a todo tipo de lácteo.
  • Azúcar – Azúcar blanca procesada, jarabe de maple, caña de azúcar, y cualquier azúcar en todas sus formas, incluso frutas muy dulces. Las dietas GAPS y AIP permiten algo de miel cruda con moderación.
  • Solanáceas – Incluye ajíes (incluso cayena y paprika), tomates, berenjena, papas (no camotes), tomatillos, baya de goji y pimientos.
  • Legumbres – Son altas en almidones y otras sustancias difíciles de digerir, especialmente para personas con candidiasis. La dieta GAPS solo permite ejotes y frijoles navy fermentados, mientras que la AIP no recomienda frijoles. Y los cacahuates son técnicamente legumbres, así que inicialmente también hay que evitarlos.
  • Frutos secos y semillas – Las dietas principales para sanar el intestino eliminan toda clase de nueces, pepitas y semillas al inicio, pero algunas se pueden reintroducir después.
  • Frutas – Las frutas tienen mucha fibra y pueden ser una buena fuente de nutrientes, pero también son altas en azúcar. Para una dieta de reparación intestinal y especialmente con candidiasis, es mejor evitar la mayoría de frutas por ahora.
  • Aceites vegetales – El aceite de canola, soja, maíz y otros aceites refinados procesados son grandes fuentes de inflamación en el cuerpo. Estudios han demostrado que su alto contenido en Omega 6 está relacionado con problemas graves de salud como cáncer y obesidad.
  • Comida chatarra procesada – Si tu bisabuela no lo reconocería como comida, lo más probable es que tu estómago tampoco. Esto incluye carnes frías procesadas como embutidos y salami, que se han relacionado con daño e incremento del riesgo de cáncer.
  • Alcohol – Incluso cantidades moderadas de alcohol pueden provocar daños intestinales significativos. Investigaciones también hallaron que alimenta a las bacterias nocivas en el intestino, por lo que más de ellas se filtran por la barrera intestinal dañada. Aunque una copa de vino tiene ciertos beneficios para la salud, los expertos recomiendan evitarlo por el momento.
  • Cafeína – La cafeína afecta nuestras glándulas adrenales y los niveles de cortisol, lo que luego impacta al sistema endocrino, el intestino, y puede empeorar enfermedades autoinmunes. Esto incluye café, chocolate, té y bebidas energéticas. Si bien la cafeína se considera antiinflamatoria, el café es más complejo. Nuestros genes pueden influir en quién se beneficia del café y quién experimenta daño e inflamación. Es mejor evitar (o reducir mucho) la cafeína en una dieta de sanación intestinal.

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Además de estos, hay otros alimentos que podrían ser irritantes para algunas personas, por ejemplo:

  • Pimienta y especias picantes – La pimienta, el ají, la páprika y otras especias muy condimentadas podrían inflamar un intestino irritable.
  • Cebolla y ajo – Son sanos en general, pero podrían causar gases y molestias abdominales.
  • Alimentos fermentados – El chucrut, kéfir, kombucha, kimchi y otros son ricos en probióticos pero también contienen histamina y pueden exacerbar la inflamación en algunos casos.
  • Fructosa – La fructosa en alto contenido, como en el jarabe de maíz rico en fructosa, puede ser dañina para el hígado y promover resistencia a la insulina.
  • Edulcorantes artificiales – El aspartamo, sacarina, sucralosa y otros alteran la microbiota intestinal saludable.
  • FODMAPs – Los carbohidratos FODMAPs fermentan en exceso en el intestino de algunas personas, causando gases, hinchazón y otros síntomas digestivos. Alimentos ricos en FODMAPs incluyen: cebolla, ajo, legumbres, lactosa, frutas de pepita, entre otros.
  • Omega 6 en exceso – Aunque los omega 6 son esenciales, un desequilibrio respecto a los omega-3 promueve inflamación. Abundan en aceites vegetales y alimentos procesados.
  • Carne roja y procesada – Su consumo excesivo se asocia a mayor riesgo de padecimientos digestivos. Es mejor moderar su ingesta y elegir cortes magros.

En resumen, lo ideal es evitar por un tiempo estos potenciales irritantes, para darle un descanso al intestino y permitir su reparación. Luego se pueden reintroducir poco a poco aquellos alimentos que toleremos bien. Si prestamos atención a las señales de nuestro organismo, encontraremos la alimentación perfecta para sanar nuestra tripa y recuperar el bienestar. ¡Cuídense mucho, mis queridas!